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 PART 1. Chapter VII(2).

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Kaileena
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Kaileena


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MensajeTema: PART 1. Chapter VII(2).   PART 1. Chapter VII(2). Icon_minitimeMiér Jun 10, 2009 9:10 am

-Este lugar no me parece del todo adecuado… ¿Por qué no buscamos un lugar un poco más despejado?
Sin darle tiempo a reaccionar, lo cogió por el brazo y tiró de él en dirección contraria a la posada. Dark se contentaba con observar cómo todo a su alrededor se iba oscureciendo, señal de que iban adentrándose más y más en el espeso bosque, mientras él era arrastrado sin protestar. Dudaba de que a más profundidad pudieran tener más sitio para luchar cómodamente como ella había propuesto, pero no comentó nada, tal vez intrigado. Senya se giró para mirarlo y pareciendo que le hubiera leído el pensamiento, le habló sonriente:
-Descubrí en uno de mis paseos un lugar perfecto. Es silencioso y espacioso.- Dark se limitó a asentir.
Cuando Senya apartó un par de ramas que obstaculizaban el camino, Dark supo que habían llegado. Se adelantó un par de pasos a ella para observar mejor; ante ellos se abría un extenso claro situado en el corazón del bosque, cosa rara debido a la gran frondosidad de la zona. De hecho, era la única fuente de luz verdaderamente útil en varios km a la redonda. Por si fuera poco, el suelo estaba bastante despejado de ramas caídas y a un lado un pequeño lago, en ese momento congelado.
-Vaya, tenías razón, es un buen lugar. Y aquí no sufriremos visitas indeseadas.
Senya rió al oírlo, recordando la oportuna aparición de Galandorf días antes y dando unos pasos atrás desenvainó la espada con un veloz movimiento, colocándose a su vez en posición. Dark giró sobre sus talones para encararla y el colgante, que ya colgaba de su mano, brilló intensamente convirtiéndose una vez más en aquella espada de curiosos motivos.
-¿Listo? – pero no había terminado Senya la pregunta cuando Dark se abalanzó con la espada por delante:
-¡Listo y recuperado!- optó por lanzar una estocada que Senya, si bien la había pillado por sorpresa, consiguió desviar con cierta dificultad. Dark había ganado velocidad.
-Has mejorado más de lo que dices, ¿eh?- y antes de darle tiempo a recuperarse, imitó el primer movimiento de Dark, lanzando una estocada a su brazo izquierdo. Girando sobre sí mismo, esquivó el ataque de Senya y aprovechó la inercia del movimiento para lanzar un tajo horizontal. Ambos eran rápidos y experimentados y sus movimientos a su vez, gráciles. A pesar de ello, la joven no fue lo suficiente rápida en su intento por esquivarlo cuando dio unos pasos atrás. Se llevó una mano al hombro herido, sangrante, pero no se detuvo arremetiendo con fuerza contra el cazador.
El combate duró largo rato, las respiraciones se iban volviendo cada vez más jadeantes y sus movimientos comenzaban a perder eficacia y rapidez. Dark interpuso su espada a la de Senya y dio un empujón con la mano libre para hacerle perder el equilibro.
Creyó que había sido un golpe efectivo al ver como Senya parecía tropezar, pero no contó con la agilidad de esta, que le ayudó a recuperarse casi de improviso y demostró que aún tenía energías de sobra para hacerle frente, lanzando un tajo más, esta vez en dirección a su hombro izquierdo. Él también era ágil, eso pensó a la vez que se agachaba para esquivarlo. El filo pasó rozando, pero no había calculado bien y el golpe acabó hiriendo su hombro. Con un contraataque final Dark consiguió rebasar las defensas de Senya y colocó el filo cerca de su cuello. Ella se detuvo dibujando una leve sonrisa, cansada:
-Me has engañado, ¡Sí que has mejorado!- Dark sonrió también retirando el filo de la espada y le tendió la mano que ella estrechó.
-Eso parece, pero es gracias a la ayuda que me has prestado.
Senya se miró de arriba abajo y pasó sus manos por las zonas heridas murmurando unas palabras en un idioma incomprensible para Dark. Sus heridas se cerraron casi al instante. Una vez asegurarse de que no había heridas que había pasado por alto, se acercó a Dark examinando las suyas.
-¿Me permites que te cure?- y tras el asentimiento de Dark repitió el mismo procedimiento. Se retiró un par de pasos como si Dark fuera una obra acabada que desease admirar, pero tuvo que agarrarse al tronco del árbol más próximo para evitar caer y se llevó una mano a la cabeza. El esfuerzo del combate junto al poder usado para la sanación la habían agotado por completo. Dark se adelantó y la sostuvo por los hombros con suavidad, temeroso de que pudiera caer.
-Será mejor que volvamos a la posada, vamos, te ayudaré. No ha sido buena idea combatir con tanta intensidad…-Senya se apoyó en él sonriéndole agradecida.
-No te preocupes, solo necesito descansar. Mis dotes curativas requieren de mi energía vital.
-Pues vayamos entonces, te invitaré a una infusión.-Sin soltarla, Dark emprendió el camino a la posada, ayudándole así a caminar. Caminaron a paso lento y en silencio, cada cual inmerso en su propia mente, aunque Dark siempre mantenía parte de su atención puesta en ella por si hubiese gastado más energía de la debida.
En más de una ocasión se vio tentado de llevarla en brazos, y en todas ellas se reprendía por su actitud. Era un cazador, un cazador que solo debía preocuparse por su misión, y no se estaba comportando como tal. El resto del camino se lo pasó debatiendo consigo mismo sobre su comportamiento y cuando al fin pudo vislumbrar la posada de lejos reprimió un suspiro de alivio. No quería que Senya pensara que tal vez era debido a que deseara librarse de ella. La depositó con cuidado en el sofá y se dio cuenta del silencio que reinaba en la posada. Estaba vacia… ¿Qué hora sería? Desde luego no tan temprano como había pensado en un principio. Lo más probable era que todos estuviesen descansando, todos excepto… había alguien más allí, ¿Kaileena? Entonces se giró y pudo comprobar que la figura que se erguía tras la barra no era la posadera. Al parecer era un camarero de semblante serio e indiferente, pero no era un ser común. Sus ojos eran como dos canicas vacías, carentes de sentimientos o emociones, ni siquiera alma y tenía su mirada fija en ellos. No hizo intento alguno de hablar, ni siquiera abrió la boca, lo único que hacía era mirarlos fijamente.
Lo más seguro es que fuera algún tipo de ser creado mediante magia para ayudar, lo cual, si se paraba a pensarlo, era muy lógico. La hermana de la posadera estaba fuera por asuntos relacionados con la posada y él recordaba que la posada estaba abierta a todas horas. Las noches que había llegado a una hora tardía jamás había visto al camarero, si bien era cierto que en esas ocasiones llegaba cansado y frustrado por la falta de éxito en sus búsquedas, por lo que no prestaba la más mínima atención al lugar.
Se acercó a la barra y pidió una infusión de hierbas específicas que ayudarían a Senya a descansar y a reponer fuerzas con rapidez. El camarero asintió y se dispuso a prepararla de forma mecánica, como si hubiera sido creado para tareas de ese estilo. Al cabo de un rato le entregó a Dark un cuenco humeante sin soltar palabra, ni siquiera le dijo cuánto le debía por él y decidió que ya ajustaría cuentas con Kaileena cuando le viera. Senya cogió con cuidado el cuenco que este le tendía y sorbió con lentitud su contenido, haciendo un gran esfuerzo por mantener los ojos abiertos. No llegó a terminarse la infusión. Cuando iba por la mitad, al final cedió y cayó en un profundo sueño inducido en parte por la infusión y en parte por lo exhausta que estaba, con lo que el cuenco resbaló de sus manos, pero Dark consiguió atraparlo a tiempo gracias a sus reflejos de cazador.
Salió al exterior. Si bien la presencia del camarero no representaba ninguna amenaza, prefería compartir la misma estancia que él la menor parte del tiempo posible. “Te has vuelto un blandengue” rió por lo bajo con amargura al decirse estas palabras y se sentó sobre la nieve con la espalda apoyada en la pared de piedra del edificio. Cerró los ojos, de forma que parecía que estuviera meditando. No lo hacía. Durante sus largos años de entrenamiento le habían enseñado a buscar al enemigo de una forma curiosa, peinando la zona con su mente, y eso era lo que estaba haciendo. Intentaba encontrar alguna evidencia o rastro, si bien sabía de sobra que no podría hacerse con su paradero a menos que ella se dejase ver… Pero mantenía la esperanza de que ella también cometiese errores.





~ôwô~ Kai ~ôwô~
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